Formación

Cuando un joven decide seguir a Jesús desde un discipulado más radical aquí en nuestra Congregación de la Misión (como sacerdote o Hermano), entra en un proceso de conocimiento de nuestro santo fundador, de nuestra vida comunitaria, de nuestra vida misionera, de oración, de estudio, etc.…A esta etapa se le llama “Aspirantado”, en la cual el joven sencillamente se acerca a nosotros para conocer, es una especie de “Ven y Verás” que dice Jesús en el Evangelio. 

En principio, un misionero paúl (el promotor vocacional) dará seguimiento desde su casa al aspirante para acompañarle en este proceso de descubrimiento para que el joven tenga las herramientas necesarias para una futura decisión respecto a si entra o no en nuestra comunidad de misioneros. 

Una vez decide entrar y con la debida aprobación de un equipo de misioneros, el joven va a nuestro Seminario Menor “Padre José Herrera”, (ubicado en San Francisco de Macorís) donde viven los que están entre primero y cuarto de bachiller. En dicho seminario el joven aspirante se inicia en una experiencia de vida comunitaria, vida de oración, de estudio y trabajo que le irán abriendo el camino de la madurez humana y cristiana, a la vez que le dará herramientas para ir descubriendo qué es lo que Dios quiere de él. 

Si ha cursado los estudios de bachillerato, entonces entra a nuestro Seminario Mayor “San José “(ubicado en la Capital). En esta etapa el joven se adentra en los estudios universitarios, específicamente en la carrera de Filosofía, la cual le ayudará a tener un conocimiento aproximado del pensamiento humano a lo largo de la Historia, así como a agilizar el pensamiento propio. 

Terminada la carrera de Filosofía, pasa a una etapa llamada “Seminario Interno” cuya duración es 1 año, en la que se pasa del descubrimiento al discernimiento profundo de la propia vocación. En este año va a profundizar sobre la vida de nuestro fundador San Vicente de Paúl, la historia de la Congregación, las normas por las que nos regimos…y lo más importante: un año para intimar nuestra relación con Dios mediante la oración.

Luego de ese año de gracia, el Misionero (porque a partir de dicha etapa el joven ya es considerado miembro de nuestra congregación) pasa a la etapa de Teología. En nuestro seminario hacen vida dos comunidades (o más bien dos grupos de una misma comunidad: los filósofos y los teólogos). Ya el misionero se encuentra en la última etapa de la vida de formación y en ella se sumerge en los estudios bíblicos que les servirán de base para su vida pastoral. 

He intentado hasta aquí expresar brevìsimamente cuál es el proceso de la vida de Formación de los que deciden entrar en nuestra comunidad para servir a los pobres a ejemplo de Cristo Jesús y de San Vicente. Soy consciente de que ha quedado fuera mucha información, pero el objetivo era sólo de dar una idea.